Impacto de los KBIs en las transformaciones hacia la mejora de la productividad


 Actualmente, las organizaciones se están centrando en maximizar la productividad de sus personas y procesos, porque es clave para la evolución organizacional y para la generación de resiliencia ante posibles entornos de incertidumbre, volatilidad o crisis.

La estrategia de las organizaciones requiere, de una inversión en automatización, Inteligencia Artificial y Digitalización desde el post-COVID, más que nunca. Para ello es importante cambiar las formas de trabajo y de comportarse de las personas.

La productividad significa tener un equilibrio entre el valor entregado y la inversión realizada manteniendo la sostenibilidad, el entorno y las personas sin dejar a nadie atrás.

En resumen, productividad podría definirse como conseguir un impacto, cuidando de las personas y el entorno, de manera sostenible, minimizando el desperdicio y maximizando el valor entregado al cliente y por tanto a la sociedad, final receptor de dicho valor siempre. Por tanto, un aumento en la calidad del producto o servicio entregado, con una reducción del coste, del time to market, aumentaría la eficiencia, el bienestar y podría generar nuevos modelos de negocio.

Uno de los grandes impactos y cambios en las organizaciones es la sostenibilidad, que se refiere a la capacidad de no comprometer el futuro y satisfacer las necesidades con el bienestar a largo plazo. Lo que se convierte en la punta de lanza de cualquier transformación, ligado siempre a la productividad organizacional.

Mientras muchas veces, términos como valor entregado, reducción de coste, reducción de time to market, eficiencia, son medias asociadas a corto plazo o triunfos rápidos, algo muy importante, que impacta en la sostenibilidad de las organizaciones y que diferencia a unas organizaciones de otras, es el impacto ambiental, económico y social (conocido no solo en el ámbito externo de la sociedad si no interno de la cultura de las personas que conforman tu organización).


Todo esto se refiere, a que valores, principios y comportamientos sostenibles, permitimos en las organizaciones que mantengan el ADN de la organización, el compromiso a largo plazo, la innovación, la participación, el empoderamiento de todos los empleados y la cultura o práctica de la mejora continua.

Para ello fomentamos sistemas de medición, avance y progreso del cambio (cambio de la mal llamada cultura organizativa), raramente utilizados y que impactan no solo en resultados económicos, si no en profundos cambios de comportamientos, actitudes y aptitudes que permitan una sostenibilidad organizacional a largo plazo a través de nuevos modelos de liderazgo, que permiten grandes resultados organizacionales con impacto en el mercado.