los 3 primeros pasos para un nuevo liderazgo más humano: propósito, tiempo y aprendizaje



Hasta hace bien poco para liderar se tenía que tener seguidores, esa definición de liderazgo, como el conjunto de habilidades gerenciales o directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser o actuar de las personas o en un grupo de trabajo determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo hacia el logro de sus metas y objetivos.​




También se entiende como las habilidades para convocar, promover, incentivar y motivar a las personas para conseguir un propósito común liberando el potencial humano de cada individuo. Yo estoy más de acuerdo con esta definición que con la primera.


En la primera se da por sentado que gerentes y directivos tienen que ser líderes, nadie más, a lo sumo los managers, con programas de liderazgo o de manera "divina" se ha de tener el don del liderazgo. El liderazgo ha de cultivarse a todos los niveles en la sociedad, en las organizaciones, etc, porque está compuesto de habilidades que se desarrollan.


"En las empresas hay gente junior y senior pero no superiores y subordinados." Peter Drucker


El liderazgo no va de subordinación y obediencia, ni de escala de puestos (gerentes / directivos vs el resto), va de auto-conocimiento y autorealización con un propósito común alineado con el resto.


El liderazgo permite hacer que otros tengan "éxito" desde el auto-liderazgo. Toda persona es un lider y debemos preocuparnos de ayudar a liberar su potencial.


En el pensamiento tradicional dar respuestas era visto como un héroe, pero dar respuestas crea dependencia de esa persona hasta hacerla perder su humanidad y no ser dueña de su propio tiempo (inconsciencia incosciente). Ayudar a no crear dependencia permitiendo que se libere el potencial permite tener consciencia consciente y tener un propósito del que eres dueño.


Un lider ha de tener un propósito común, alineado con las personas de su contexto en pro de un objetivo y propósito común a alcanzar.




Actualmente, a nivel mundial el 88% de los empleados percibe que en las organizaciones ni se les escucha ni se preocupan de ellos. La cultura del feedback lo impregna todo, buscamos feedback, radiadores de información, pero la mentalidad de mejora continua o mentalidad de crecimiento infinita brilla muchas veces por su ausencia. Se desea que estén más comprometidos (tener compromiso), porque de esta manera serán más productivos, siendo más productivos darán más beneficios, pero no se preocupan por su bienestar, por sentirse parte y pilar de las organizaciones, de esta manera terminan involucrados pero no comprometidos.


Contamos con una ventaja, que pocas veces somos conscientes de manera deliverada, tenemos un cerebro programado para reaprender, no como opción si no como una obligación evolutiva por supervivencia, la amígdala desata el famoso comportamiento "lucha/huye". El concepto de lucha actual no es el de hace milenios, lo debemos adaptar con comportamientos / hábitos para hacerlo duradero, la lucha actual es analizar - barajar opciones - seleccionar - actuar - retroalimentarse; para ello debemos contemplar una mentalidad infinita de crecimiento donde tenemos que desaprender para aprender nuevamente, siendo críticos con nuestros propios comportamientos para establecer una mentalidad más plástica, adaptable y acorde a los tiempos actuales y futuros.


Los cambios en la actualidad son parte de la normalidad, hace 50 años los cambios eran mínimos, y lentos, hace siglos más lentos aún, actualmente el cambio es continuo, y la manera de afrontar esos cambios no puede ser desde la negación y la mentalidad fija.


Por desgracia, la inmensa mayoría de los planes de estudios, bachiller y títulos universitarios nos educan para el mundo de ayer, no para el de hoy y mucho menos para el de mañana, el gap entre la educación recibida y la vida real o mundo laboral es enorme. La educación debe de buscar potenciar y liberar el talento de cada persona y las pasiones, para generar una mentalidad adaptativa, de crecimiento continuo que nos permita adaptarnos a las idas y venidas del mundo actual.


Las personas para ser productivas han de tener un propósito compartido, generando capacidad, hábito y deseo.


La mayoría de la gente nacida antes de la década de los 70 buscaban la estabilidad, porque sus padres habían tenido la estabilidad para toda la vida, creando hábitos constantes que crean creencias.


Los modelos de felicidad actuales no pueden sostenerse en esa seguridad y estabilidad, porque no existe en un mundo que va a 4x de velocidad que en esas décadas. El cambio es constante y orientarse al cambio de forma continua es el modo de sobrevivir (la amigdala).


¿Cómo ayudamos a conseguir ese cambio de paradigma?

Necesitamos redes interconectadas que permiten inteligencias múltiples (globalización intelectual), generando proyectos colaborativos, aceptando la diversidad y lo enriquecedor de dicha diversidad, así como un pensamiento independiente y creativo, fomentando la cultura del cambio como algo reconocido (aceptación) y natural (entendimiento).


Vivimos en la era de la falta de tiempo, cuantas veces nos han dicho en la última semana "No tengo tiempo para esto ahora ...", cuando es lo único que controlamos, nuestro tiempo nos pertenece a cada uno de nosotros. La inmediatez es para las máquinas, no para los humanos.


El management tradicional surgió en la época de la revolución industrial donde erróneamente se prentedía equipara la fuerza productora humana a la de las máquinas. La inmediatez es el propósito de las máquinas, el de los seres humanos es pensar y razonar, comportarnos o querer hacer que nos comportemos como máquinas nos hace perder la humanidad y el foco, así como un propósito, queriendo convertirnos en autómatas, máquinas iguales que podemos reemplazar. Entregar rápido y muchas cosas es el propósito de las máquinas no de las personas.


¿Cuando fué la última vez que pudiste disfrutar de una conversación de una hora con un compañero sin mirar el movil o tener que responder? Estamos más preocupados de lo que pueda ocurrir que de lo que está ocurriendo. Al ir tan rápido no se tiene propósito, y no tener propósito mata nuestros comportamientos humanos.


Lo que nos hace humanos son las habilidades adaptativas (no me gusta el término habilidades blandas), esas habilidades son las que tenemos que volver a desarrollar, desaprender para volver a aprenderlas:

- Emociones

- Honestidad

- Sensibilidad

- Vulnerabilidad

- Humildad

- Escucha

- Ayuda

- Curiosidad

- Aprendizaje

- Creatividad

- Fallo

- Intuición


El aprendizaje nos proporciona conocimiento que nos da consistencia. Para ello tenemos 2 partes en un mismo ser, tu yo personal y tu yo profesional, mientras no vivamos en congruencia no seremos felices.




Para ello nuestra identidad está forjada por la ética, basada en nuestros principios, valores y comportamientos que se adaptan en función de nuestro contexto y forjan la moral que rige nuestros comportamientos.


Ante el estrés continuado nos debilitamos hasta rompernos, tenemos que fortalecernos poco a poco, no con un estrés continuo, si no con pequeñas dosis de estrés que nos hacen crecer y nunca a expensas de los demás (no es ético) si no pensando que la suma de muchas fragilidades nos hace antifrágiles, como grupo, organización, sociedad, etc.